Viernes 13...

Domando mis deseos de quedarme enroscado en la cama disfrutando el calor de las frazadas, me levante. Eran las 330 AM y a esa hora me habia levantado los ultimos 10 dias, pero esta maniana era distinto, nunca antes me habia tocado arrear las vacas bajo una lluvia torrencial. Me prepare el desayuno habitual, 2 tostadas con manteca y dulce de leche y un cafe. Medio dormido todavia, y con una tostada a medio masticar me di cuenta que se me habia hecho tarde para buscar las vacas, asi que fondie lo que me quedaba del cafe y me fui al garage.

Por mas que psicologicamente no estaba preparado para estas condiciones climaticas, tenia todo el equipamiento necesario. Me puse mi jardinero impermeable, las botas de goma, la campera, el gorro de lana, las antiparras, los guantes y cerre la capucha de la campera para que quede como si fuera un pasamontania. Estaba listo para enfrentarme a la naturaleza y la unica parte de mi cuerpo que quedaba expuesta era la punta de mi nariz.

Como es de esperar, a las 4 AM es noche cerrada todavia, y las nubes de la tormenta ocultaban la luna, pero yo ya habia hecho ese camino muchas veces con las luces de mi rojo Corcel, Honda 4x4. La primera cinta electrica que tenia que levantar, estaba rota, asi que no me quedo otra que arreglarla como pude iluminandome con luces del cuatriciclo. Sin mas contratiempos, entre al corral y me dedique a movilizar a las grandes bestias rumeantes. Ellas tambien estaban un poco molestas por el frio y la lluvia, eso sin mencionar el viento huracanado, pero igual se levantaron y empezaron a caminar para el tambo. No se si fue porque caminaban de mala gana, por el viento en contra, o porque estaban en uno de los corrales mas alejados, pero esta caminata duro mas que de costumbre.

Una hora y 20 minutos habian pasado desde que me habia sumergido en la lluvia hasta que me pude poner a cubierto dentro del tambo, pero sabia que no me iba a durar mucho el respiro, porque a la media hora tenia que ir a buscar el segundo rodeo.

Quien hubiera imaginado lo que me deparaba el destino cuando acepte la tarea de revisar que todas las tranqueras esten cerradas en el corral donde iban a pasar el dia estas vacas. Despues de arrear las 500 vaquitas y ponerlas a camniar para el tambo me fui dos corrales mas lejos a cerrar las tranqueras. Cerca de las 6 AM habia dejado de llover y ya habia empezado a aclararse un poco el cielo, pero habia una luz muy traicionera en el ambiente. Era justo esa hora en la que la luz natural no alcanza para ver, pero es suficiente como para opacar las luces del cuatri, y hacer que estas tampoco alumbren.

Estaba en la esquina mas alejada del corral, un poco apurado porque habia dejado las vacas caminando solas, cuando me di cuentra de lo complicada que era mi situacion. Iba a 40km/h por el pasto mojado y a 2 metros habia una zanja oculta a mi vista. No se si tuve tiempo siquiera de soltar el acelerador que el paragolpes del cuatriciclo ya estaba chocando contra la pared opuesta de la zanja. La fuerza del golpe fue mas que suficiente para catapultarme varios metros hacia adelante donde tendria que haber quedado desparramado en el pasto si no hubiera sido gracias a mis sentidos felinos. Gire en el aire y aterrice dando una vuelta carnero para quedar agazapado sin termnar de entender que habia pasado. Estaba agitado, y podia escuchar el los fuertes latidos de mi corazon, pero estaba intacto. Mi cerebro tardo un par de segundos en procesar todos los datos, pero cuando me puse de pie sabia lo que tenia que hacer. Mi cuatri estaba inutilizado, y las vacas que necesitaban que las lleve al tambo a tiempo y yo estaba lo mas lejos que podia haber llegado a estar. Empeze a trotar campo travieza para cerrar esas malditas tranqueras que me habian hecho llegar a estar en esa situacion, y despues segui corriendo hasta alcanzar a las vacas rezagadas. El resto del camnio fue caminando, y por mas que ya no llovia el viento me calo hasta los huesos.

Cuando la ultima vaca llego, estaba todo en tiempo y forma. Asi que despues de contarle a los demas de mi incidente y soportar las risas, me puse a poner pezoneras. Ahi me di cuenta que me dolia bastante la munieca derecha y toda la articulacion del dedo gordo. Mis sentidos de gato no habian sido tan efectivos despues de todo, pero podria haber sido peor.

A las 830, cuando terminamos de limpiar todo, antes de ir a desayunar fuimos con Dale en el otro cuatri a remolcar el mio fuer de la zanja. La verdad que no estaba en una posision muy complicada, pero era necesario tirarlo con algo. Dale me dijo "Cerra la tranquera cuadno salgas y trata de no chocar de nuevo!" y se fue a desayunar a toda velocidad esquivando vacas y coleando por el pasto. Yo sali del corral mas tranquilo, pero una vez en el camino empeze a acelerar, tenia hambre, estaba mojado y medio golpeado, queria estar en casa lo antes posible. Fue asi que cuando llegue a la parte que el camino hace una S, en lugar de hacer los rebajes correspondientes y colear un poquito al final de cada curva, la agarre como venia.

Si no hubiera estado ese pozo justo antes de la curva, el cuatri se hubiera inclinado tanto hacia la izquierda. Pero si estaba, asi que cuando estaba doblando para la derecha, el pozo me hizo saltar un poco y se me puso el cuatri en dos ruedas, pero siguio doblando a lo largo del camino. Es sabido que en esos casos, para volver a apoyar las 4 ruedas solo tenes que girar en la direccion contraria, asi que eso fue lo que hice, pero no me di cuenta que al hacer eso, quede enfrentado contra un poste de alambrado de los gruesos. Igual este no ofrecio mucha resistencia a la mole de metal y plastico que lo embistio a toda velocidad, aunque el impacto alcanzo para volver a lanzarme hacia las alturas. Fue todo demasiado rapido, pero varias imagenes cruzaron por mi mente. Primero estando arriba del cuatri, el poste a 1/2 metro de distancia, vole y solo vi pasto, rode y vi como algo rojo venia en mi direccion, un golpe, rode para el otro lado, vi que el cuatri pasaba a pocos centimetros de mi pierna, rode otro poco y me pare. Estaba a 4 metros del camino, el poste roto tirado en el piso, el cuatri ronroneando a mi lado. No me dolia nada.

Lo primero que pense fue, "Soy un pelotudo. Y eso que Dale me dijo que no choque!". Saque el cuatri del corral, acomode masomenos el poste, y me fui a avisar de mi segundo accidente, pero esta vez, a paso de hombre. Asi que a las 9 de la maniana volvi a mi casa, con 2 vidas menos pero una leccion aprendida. Un dia despues el recuento de heridas por suerte es bastante bajo. Un golpe en la canilla derecha que calculo me hice contra el volante del cuatri mientras volava por los aires y uno cerca del codo derecho, cuando frene el el vehiculo todo terreno que se me venia encima.