Bienvenidos a Queenstown!

Finalmente, después de 2 meses, volvimos a Migrar.

Esta vez, apuntamos a Queenstown, la cuna de los deportes invernales en NZ. Después de un asadito de despedida en casa, arrancamos rumbo a Wellington a tomarnos el ferry por 3ra vez. Nos mandamos sin saber los horarios del ferry, ni nada, pero llegamos justo a la hora que teníamos que llegar, así que nos subimos al barco derechito. Llegamos a Blenheim a eso de las 11 de la noche y les caímos de visita a Los Agus, que estaban en nuestra antigua casa. Pasamos la noche como en casa y arrancamos tempranito al otro día para Queenstown.

En el camino, pasamos por Christchurch, la ciudad más grande de la isla sur, y como nos quedamos ahí boludendo un rato se nos hizo tarde, así que decidimos quedarnos a pasar la noche ahí y hacer el resto del viaje con luz de día, para poder ir mirando por la ventana, y no perdernos todo el camino.

[Rami en la Catedral de Christchurch]

Queenstown vendría a ser el San Martin de los Andes Neozelandés, solo que con lejos MUUUUUCHA mas joda. Es un pueblo de algo de 12.000 habitantes en la costa del lago Wakatipu, pero en invierno toda la gente de la isla se va para allá.


Como si fuéramos poca cosa, cuando estábamos llegando nos recibió una linda tormenta de nieve! Así que después de 1200Km y un ferry habíamos arribado a destino.

Nuestra idea era conseguir trabajo en algún centro de esquí por la zona, o algo así. Pero cuando llegamos, nos dimos cuenta de que iba a estar salado, porque había muuuuucha gente buscando trabajo, y nadie conseguí nada.

El sábado iban a hacer entrevistas para tapar los últimos huecos de personal en los cerros, así que ahí pusimos todas nuestras fichas. Habíamos llegado un par de días antes, así que gastamos los días que nos quedaban al medio quedándonos en el hostel y tratando de gastar la menor plata posible, así que no hicimos ni Bunge, ni paseo en Jetboat, ni nos tiramos en paracaídas, ni fuimos a hacer 4x4, ni tampoco nos columpiamos en un cañón. [Estas son algunas de las cosas que se pueden hacer en Queenstown cuando uno se puede dar el lujo.]

Lo único que no nos negamos, como venimos haciendo desde que llegamos acá, fue la comida! Encima conocimos a 2 uruguayas que estaban en la misma situación que nosotros, y también eran amantes de la buena comida. Nos agasajamos mutuamente con tortafritas, milanesas y fideos!

[Creo que no hace falta aclarar!]
Finalmente fue sábado, así que con los curriculums bajo el brazo encaramos al lugar de las entrevistas unos 20 minutos de la cita. Sorpresa! Había una cola de 500 personas! No éramos los únicos interesados en los trabajos en el cerro... Hubo gente que manejo desde Blenheim hasta Queenstown [900 Km] solo por el finde para ir a probar suerte a estas entrevistas, como es el caso de María, la licenciada en psicopedagogía tan aclamada en la nota anterior. En la fila también nos encontramos con Dan, el Italiano que estuvo en el cumpleaños de Rami. Para los que todavía no saben, esta isla es un pañuelo!

[con Maria y los chilenos Rober y Benja comiendo helado en el lago.]
Después de esperar todo el tiempo que podáramos haber esperado, entramos, y pudimos elegir para ir a 2 entrevistas cada uno. Operador de medios de elevación, fue nuestra primera opción. Personal del Rental fue la segunda. La verdad que yo quede MUY contento con las 2 entrevistas, pero de ahí a conseguir el trabajo hay una brecha muy grande. Rami en cambio tuvo unas leves deficiencias en la comunicacion.

A todo esto, nos habian llamado de Blenheim, para ofrecerons trabajo en la poda de los viniedos. Donde segun cuenta la leyenda se puede hacer muuuy buena plata. Así que no nos preocupamos mucho por el garron que nos comimos en Queenstown, compramos 3 cajas de 3L cada una de vino y nos despedimos de la nieve festejando con la gente del Hostel y algunos invitados extras.

[5 Argentinos, 2 Uruguayas, 2 Chilenos, 2 Franceses y un Estadounidense]
Por lo que se cuenta, en el furor del baile, se escuchaban cantos que sonaban algo como

"Queremos Reggeton! Queremos Reggeton!"

Seguidos por cosas un poco mas provocativas...

"Kiwis putos la puta que los pario"

El viaje de vuelta lo hicimos de nuevo en 2 tramos, frenando en Christchurch a pasar la noche. Pero esta vez porque yo queria ir a unas galerias de arte y artesanias. Tambien estuve averiguando por cursos de joyeria y tallas de Jade. Volvimos a caer en la casa de los Agus en Blenheim y aunque esta vez la casa estaba super poblada, igual nos acomodaron por ahí.

Así que después de nuestra aventura en el sur, volvimos a la condena de los viñedos!